HOJA DE VIDA DEL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS
DE CHUQUISACA
Toda sociedad organizada en Estado, está regida por leyes que la estructuran, estas leyes se crean por la necesidad que tiene esta sociedad de agrandarse constantemente, ahí aparecen miembros o personajes que llevados por su inclinación nata, van analizándolas, profundizando en su conocimiento, cuestionando sus bondades y deficiencias, claro que dicha valoración la realizan de acuerdo a los parámetros que esa misma sociedad va imprimiendo día a día en la conciencia de sus integrantes, particularmente, en aquél que por su inclinación natural ha’ ido observando este fenómeno social, llegando un momento en que está en capacidad de redactar, asesorar en la creación, aplicación, cumplimiento de esas leyes, nos estamos refiriendo al actual ABOGADO.
Conocemos que en tiempo pasado, en el hoy Departamento de Chuquisaca, se desarrollaron núcleos sociales dispersos en principio, pero que ya antes de la conquista española la zona centro -oriental pertenecía a la nación Chiriguana (Provincias Luís Calvo, Hernando Siles, Tomina, Belisario Boeto) y la región occidental con su núcleo más importante el poblado de Choquechaca formaba parte del Tahuantinsuyo, vale decir, el Estado Quechua.
Es indudable que en este Estado, existían hombres conocedores de las leyes, asesores a nivel gubernamental, bajo la denominación genérica de «amautas», porque estos constituían la célula intelectual guía, por ello merecieron el respeto, la consideración de gobernantes y gobernados.
Dice el cronista Garcilazo de la Vega, que en el Estado Quechua las leyes estaban plasmadas no sólo en el intelecto de los habitantes y estantes, sino también se la recogió en los quipus, por eso su lectura continúa por parte de los «Yachachij» amautas, era vivificadora, reciente, pues ellos al trasmitir, imprimían la actualidad requerida para ese momento.
Más, no existía entonces el abogado neto, puro, formado para ello, intérprete de las leyes, defensor de su cliente. Claro, la organización social aún no había llegado al grado de desarrollo y condiciones específicas para dar como fruto a este tipo de profesional especializado.
Los primeros abogados que habitan nuestra región son los conquistadores españoles que titulados en la vieja España vienen a este girón de las Indias Occidentales, donde por la fuerza de la cruz y la espada imponen sus leyes, su otra forma de vida, otro Estado, el Colonial, sus leyes se tornan con el correr del tiempo insuficientes por ello van dictando otras más específicas para las tierras conquistadas y las agrupan bajo el denominativo de Leyes de Indias; entonces, necesitan gente capacitada exclusivamente en la interpretación de las leyes impuestas, gente que conozca los «procedimientos» para hacer valer en beneficio de su patrocinado. La riqueza minera se constituye en algo realmente importante para la defensa legal, de igual manera lo constituyen las «Encomiendas», tierra e indios.
La cabeza de esta región sometida al dominio español, denominada oficialmente Nueva Toledo y conocida por todos como Charcas, era la ciudad de La Plata (la antigua Choquechaca), que con la implantación de las sedes del Arzobispado, Real Audiencia y Universidad, se constituyó en la motora de la dinámica político-administrativa, Judicial. Acá vendrían a ventilarse los litigios más importantes. Los abogados que defiendan las causas serían los más versados en cuestión de Derecho, principalmente, en las Leyes de Indias, en las Leyes de Toro, en las de Justiniano.
Durante la Colonia el «Doctor» abogado, jugaba un papel importante, él accedía a cargos elevadísimos dentro de la estructura político-administrativa, bien dice Gabriel Rene Moreno, que en La
Plata, cuatro eran los «gremios» de élite: 1.- El Político y militar, 2,- El religioso, 3,- El judicial, 4.- El
universitario.
A fines del siglo XVII, se hace patente la necesidad de contar en esta región con el profesional
Abogado, pues los venidos de España y aún de Lima, eran insuficientes para atender los requerimientos de la época, por ello, un significativo 13 de octubre de 1681, día de su cumpleaños, el Arzobispo Cristóbal Castilla y Zamora, funda la Facultad de Derecho, abriendo una nueva etapa en la vida no sólo de esta ciudad, ni sólo de Charcas, sino de toda esta región de América (Argentina, Paraguay, parte del Perú). Se tiene referencia que el primer egresado de ella hubiera sido el Abogado José Tapia y Sandoval en el año 1684.
En el período de apogeo del Estado Colonial, los Abogados («Letrados», Licenciados, Doctores) asumieron un rol importante de preeminencia en el aparato estatal, esta situación se vio aún más fortalecida con la fundación de la Academia Carolina, entidad de práctica forense, donde los oidores de la Real Audiencia de Charcas, agrupados en el famoso «Claustro de Doctores», asesoraban a dicha Academia, en materia de Derecho y prestaban piadosa protección a los académicos y universitarios (Gabriel Rene Moreno «Últimos días coloniales»).
Es indudable que entre abogados de la época Colonial, hubo relación estrecha, alternaban constantemente, pues los unían los mismos intereses, pero no hemos encontrado aún un documento donde se manifieste que hubieran conformado una asociación profesional permanente, aunque nos es muy significativo encontrar el dato que en 1780 durante la Rebelión de Chayanta, capitaneada por los hermanos Katari, ante la amenaza que invadirían la ciudad de La Plata, se conformaron regimientos o columnas de combatientes y allá estuvo presente la del «Gremio de Abogados», a cuya cabeza se encontraba nada menos que Juan José de Segovia, Abogado que después será Rector de nuestra Universidad y uno de los más ilustres intelectuales criollos de fines de la época colonial.
La presencia de los Abogados en la Sociedad Charquina era ostensible, no sólo por su competencia sino incluso por su modo de vestir que los diferenciaba de los demás, encontramos que en 1 792 la Real Audiencia aprueba el «Reglamento de Trajes que deben vestir los Abogados», que en la parte saliente expresa: «Los Abogados sin distinción de casados y solteros usarán precisamente golilla y manto, con peluca o pelo decentemente peinado, ropilla de falda cerrada y manga redonda ancha, sombrero forrado de seda, fuera del Tribunal, y en las Salas, gorra igualmente cerrada y de ala corta.
La culta Charcas es el faro que alumbra esta parte del continente, donde vienen a profesionalizarse como abogados desde regiones muy apartadas; no importan las vicisitudes que debieran soportar los jóvenes de aquél entonces, tenían como meta estudiar Derecho y ser Doctores en la Real y Pontificia Universidad de San Francisco Xavier de La Plata, y en la renombrada Academia Carolina; estos profesionales llevaron a su tierra de origen, en los últimos años coloniales, la llama de la Libertad que había sido encendida en sus mentes y corazones en esta hermosa ciudad. Fueron los abogados, Doctores de Charcas, los que en las ciudades como La Plata, Buenos Aires, Lima, Quito, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, promovieron el grito libertario. Los Zudáñez, Rodríguez de Quiroga, Moreno, Monteagudo, Lemoine, Alcérreca, Pulido, Mercado, Michel, Toro, Miranda Sivilat, Entrambasaguas, Ponce y muchos más, se agruparon clandestinamente para este movimiento, a fin de unificar criterios.
En 1825, es notoria la participación activa en la Fundación de Bolivia por parte de los profesionales abogados formados en la ciudad de La Plata, ahí tenemos a Casimiro Olañeta, José Mariano Serrano, Mariano Enrique Calvo, Manuel María Urcullo y otros grandes que brillaron con luz propia.
El siglo XIX transcurre al parecer sin la presencia de una organización exclusiva que agrupe a los Abogados de Chuquisaca, ellos participaban activamente en las entidades culturales, científicas, sociales, literarias, artísticas, político-partidistas, como asesores de las gremiales y de beneficencia, su labor es realmente destacable y digna de estudio especial. Después de 1850, se organizan algunas sociedades jurídicas privadas con fines estrictamente de atención profesional, que no dejan de ser un antecedente de nuestro actual Colegio de Abogados; destacamos en esta actividad a los Abogados: Luis Velasco, Luis Ponce, Manuel Escalante, Luis Pablo Rosquellas, Eustaquio Moscoso y otros.
El joven profesional Abogado Rubén Ciro Rojas Baspineiro, tiene un interesante trabajo inédito, titulado «Historia del Colegio de Abogados de la Capital», donde establece y demuestra que el 3 de junio de 1901, se reunieron en la casa del Dr. Macedonio Doria Medina, Calle «Alianza» de esta ciudad (hoy calle «Arenales»), a horas 15 y 30, los abogados de Sucre, «a efecto de organizar una asociación». La esquela de invitación que circuló entonces, refleja los objetivos y fines que llevaron a constituir formal y públicamente la «ACADEMIA JURÍDICA», que devendría en el hoy Colegio de Abogados de Chuquisaca.
El tenor de la esquela de invitación, según la fuente citada, a la letra dice:
«Un grupo de abogados, presidido por el Dr. Macedonio Doria Medina, penetrado de la necesidad de constituir un centro de estudios jurídicos, capaz de cooperar a la conveniente facción de las leyes y al establecimiento de la jurisprudencia genuina, al mismo tiempo que servir como elemento moral fiscalizador de la administración de justicia, se permite invitar a Ud. …»
La asistencia fue, dice, de 21 Abogados quienes nombran la primera directiva recayendo en los siguientes Abogados:
PRESIDENTE: Dr. Macedonio Doria Medina
VICEPRESIDENTE: Dr. César Oropeza
SECRETARIOS: Dr. Federico N. Bustillos
Dr. Agustín Iturricha.
Pocos días después, es aprobado su Estatuto en sesión de fecha 17 de Junio de 1901, a la que asistieron 34 abogados. La Resolución Suprema que aprueba estos Estatutos está fechada el 9 de julio de 1901 firmada por Ismael Montes y Samuel Oropeza.
Los fundadores de nuestro Ilustre Colegio de Abogados, han descollado en el ámbito no sólo local y departamental, sino en el nacional, han sido conductores del Estado Boliviano, en carteras ministeriales, diputados y senadores, rectores de la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier, algunos, connotados jurisconsultos, otros, hombres cultísimos cuya trayectoria ha sido recogida por la historia, transcribimos siguiendo la misma fuente «la nómina de dichos fundadores: «Macedonio Doria Medina, Mariano Navarro, Luís Paz, César Oropeza, Octavio Moscoso, José Paravicini, Miguel Ramírez, José María Linares, Adolfo Tezanos Pinto, Héctor Arduz, Federico N. Bustillos, Gavino Pereira, José D. Arce, Graciano Guzmán, Fidel M. Huerta, Alejandro Inchausti, Samuel Doria Medina, Belisario Boeto, Rafael Peña, Emeterio Cano, Ángel P. Moscoso, Manuel Ma. Gómez, José María Urdininea, Santiago Carrasco, Román Paz, Benjamín Daza, Jorge Calvo, Demetrio Toro, Sebastián García Agreda, Isaac Vincenti, Carlos Calvo, Domingo Pacheco, Fanor G. Romero, Agustín Iturricha».
La Academia Jurídica, tuvo luz propia desde su fundación, cuando organizaron comisiones de estudios de las diferentes ramas del Derecho, cuando publicaron sus primeras revistas, cuando mantuvieron relaciones profesionales estrechas con abogados de todo el país.
Connotados abogados han dirigido los destinos del Ilustre Colegio de Abogados de Chuquisaca, que a su turno y asumiendo una responsabilidad difícil pero fructífera, en el transcurso de estos 100 años, han dirigido con acierto nuestro Colegio entre los que citamos:
Dr, Macedonio Doria Medina, Agustín Iturricha, Carlos Abecia, Daniel Sánchez Bustamante, José María Linares, Ricardo Mujía, Nicolás Ortiz, Adolfo Tezanos Pinto, Belisario Boeto, José María Urdininea, Domingo Pacheco, Alfredo Jáuregui Rosquellas, Eduardo Berdecio, Francisco Argandoña, Enrique Calvo, Adolfo Siles, Aniceto Arce, Gregorio Pacheco, José Manuel Paz, Gregorio Valda, Valentín Abecia, Mamerto Urriolagoitia, Gerardo Vaca Guzmán, Héctor Arduz, Temístocles Wayar, Nicolás Mallo, Germán Mendoza, etc.
En la época contemporánea:
Destacamos a integrantes del Colegio: Dr. Raúl Romero Linares (Ex Presidente de la Corte.
Suprema), Dr, Pastor Ortiz Mattos (Ministro de la Corte Suprema) Dr. Enrique Cuéllar Linares (Ministro de la Corte Suprema), Dr. Jorge Querejazu Calvo (Ministro de la Corte Suprema), Dr. Jorge Ponce Paz (Ministro de la Corte Suprema), Julio Urquizu Gutiérrez (Ministro de la Corte Suprema), Gualberto Dávalos García (Ex Presidente de la Corte Suprema y Ministro del Tribunal Andino de Justicia), Hugo Salvatierra Oporto (Ministro y Ex Presidente de la Corte Suprema), Antonio Gutiérrez Torricos (Fiscal General de la República), Rene Baldivieso Guzmán (Magistrado del Tribunal Constitucional).
PRESIDENTES:
Dres.: Adolfo Vilar Mendívil, Manuel Duran Padilla, Osear Frerking Salas, Humberto Arduz, Adrián Camacho Pórcel, Hernando Achá Siles, Napoleón Dorado Lazcano, Jorge Vilar Tufiño, Hugo Poppe Entrambasaguas, Eduardo Mendizábal Baldivieso, Enrique Loayza Torres, Gonzalo Urquizu Arana, Jaime Ampuero García, Ramiro Ibáñez Ferrufino y María Lourdes Duchen Mostajo, que figuran en la Galería de Ilustres Presidentes que se encuentra en el Salón de Actos.
Cuenta con toda la infraestructura y equipamiento necesario para brindar conferencias, debates paneles y todos los servicios a sus afiliados y la sociedad civil para la investigación jurídica, INTERNET Página WEB, etc.
Actualmente se hallan registrados en nuestro Colegio 3432 Abogados.
El Ilustre Colegio de Abogados de Chuquisaca, es miembro del Colegio Nacional de Abogados de la Federación Interamericana de abogados (FIA) y de la Confederación Nacional de Profesional de Bolivia.